viernes, 4 de junio de 2010

Libertad y espíritu creador.

Summerhill, 1921 (Leiston, Inglaterra), es una escuela donde la enseñanza se aplica de una forma, que menos, peculiar. En ella, Neill, es el pedagogo del centro y concibe una forma "distinta" de educar a niños y niñas de la que estamos acostumbrados a ver.
En Summerhill, habían 35 niños y 35 niñas agrupados por sexos y diferencias de edad. Vivían en libertad, no estaban obligados a nada. Neill opina que las escuelas que obligan a los niños a sentarse en pupitres, solo son buenos para aquellas que quieren niños dóciles sin espíritu creador y que encajan en una sociedad que tiene como objetivo el dinero.
Él piensa que una escuela tiene que estar en función de la voluntad del niño o niña, y no al revés. Él se basa en una teoría: el niño es bueno por naturaleza y no al contrario. Si un niño tiene que aprender, aprenderá lo enseñes de la manera que le enseñes.
"En Summerhill todo el mundo es igual, tanto profesores como alumnos y el director, y lo demuestran en la asamblea general; cada persona tiene un voto igual que el otro. Así el alumno no tiene miedo del profesor y eso es bueno porque no se siente inferior, lo cual crea confianza en uno mismo"
Neill cree que la función del niño es vivir su propia vida, no la vida que los padres piensan que ha de vivir, ni una vida de acuerdo con el educador. También establece que la principal meta de una escuela debe ser auxiliar a sus alumnos para que ellos sean capaces de encontrar la felicidad propia y es por eso que propone un modelo muy diferente al de las escuelas actuales, que según él solo consiguen promover una atmósfera de miedo. Todos deben ser libres, entendiendo la libertad como una construcción colectiva para así poder triunfar en la vida. Pero, ¿qué es triunfar en la vida? Para él, es trabajar con alegría y vivir seguro de uno mismo.

Y vosotros, aunque todo el mundo sabe que nos gusta ser libres y poder hacer lo que nos venga en gana, ¿creéis verdaderamente que así, tal y como somos, con este método, aprenderíamos algo? ¿Trabajaríamos si nos dieran opción a no hacerlo?

Lo cierto y verdad, es que aunque no hicieramos nada o trabajaramos, lo haríamos porque queremos, y así cada persona podría ser de la forma que quisiese y se formarían de formas distintas. Nadie sería igual, nadie seguría un modelo.

http://elamargado.files.wordpress.com/2009/07/distinto.jpg

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